viernes, 27 de enero de 2017


DERECHOS HUMANOS IX (EL MURO TRUMPIANO Y EL ABUSO DEL DERECHO)


Un amigo me decía que los gringos pueden hacer lo que quieran en su territorio, si ellos han dispuesto hacer un muro fenomenal que divida a nuestros países, pues está bien, están en su derecho. Es como si el vecino de usted construyera una barda dentro de su terreno pues en su propiedad él puede hacer lo que desee. Si, es correcto de primera mano, pero todo tiene sus asegunes.

Si el vecino construye su barda a usted poco le importará si esa barda fea o bonita no le afecta en nada, pero si da el caso de que la barda le impide la vista o le provoca o le puede provocar daños patrimoniales entonces usted seguramente protestará y tendrá derecho de hacerlo. Se trata en este caso de un uso abusivo del derecho. El uso abusivo del derecho es una institución jurídica que emana del derecho civil y tiene relación con las limitaciones a la propiedad privada. Si la barda del vecino a usted no le molesta en lo patrimonial pues entonces está bien aunque la barda sea fea, pero si esa construcción le impide la vista o le provoca o puede provocarle algún daño entonces usted puede demandar al constructor para que la derribe, claro usted tiene que probar que está sufriendo un daño o que está en riesgo de sufrirlo. El objetivo de la institución jurídica es evitar daños aunque estemos haciendo uso de un derecho. El derecho en este caso no faculta para su uso abusivo, si así fuera no habría manera de mantener el orden dentro de la sociedad.

Otro ejemplo, ya trasladándonos al derecho público lo vemos y sufrimos casi a diario. Las manifestaciones en este país se han caracterizado por ser ilegales, no en el sentido de la manifestación misma, pues este es un derecho humano establecido en la constitución, pero esta misma ley establece su limitación, que no es otro que el respeto a los demás. Pues bien, en las diferentes manifestaciones –que no en todas- sus protagonistas realizan pintas, agreden comercios, insultan a personas, impiden el ejercicio del derecho humano de tránsito a otras personas, etcétera. Hacen uso de su derecho pero a la vez abusan de el. Las personas pues, tenemos derechos y debemos hacerlos valer, pero no debemos, por otra parte, abusar de ellos si con el abuso se realizan actos de molestia a terceros.
Muy bien ¿y que tiene que ver esto con el muro Trumpiano? Pues si trasladamos la institución jurídica civilista al derecho público –recordemos que el derecho civil es la fuente de casi todas las ramas del derecho-, encontraremos que en esas reglas públicas opera el mismo principio. Trump con el aval de su Congreso puede ordenar la construcción de un muro impenetrable entre su país y México siempre que ese muro se ubique en su territorio.

Es obvio que una construcción de esa naturaleza causa agravios no solo a los norteamericanos quienes también deberían de protestar por esa locura, sino que el mayor agravio está en terceros, en este caso los mexicanos y todos aquellos extranjeros de cualquier nacionalidad que deseen ingresar a los Estados Unidos. Eso si solo hablamos del tránsito de personas porque en materia de prestación de servicios y de comercio en general la cosa es muy grave para las economías tanto de los norteamericanos como de los mexicanos y otros países que ocupan nuestra frontera como paso natural terrestre.

¿Dónde está el uso abusivo del derecho? En la construcción de una obra material que causará mayores perjuicios que beneficios, tanto a nacionales norteamericanos como a extranjeros ¿procede como procedería en el derecho civil una indemnización por semejante aberración? Es una pena decirlo pero el derecho internacional público es un conjunto de normas jurídicas imperfectas, es decir, que están desprovistas de sanción y, en caso de que las haya, su ejecución es tan complicada que las nulifica por su propia naturaleza, pese a que haya acuerdos, tratados, convenciones o pactos que las establezcan.

En conclusión, Trump y la horda de republicanos apoltronados en el Congreso pueden autorizar lo que deseen siempre que la autorización de esos actos materiales afecte exclusivamente a sus nacionales. En caso contrario, como ha quedado claro en estas líneas, habrán ejercido un derecho con abuso. No hay manera de que jurídicamente se nos pague indemnización por daño causado. Esto significaría una vez más en la historia universal que la fuerza puede más que el derecho. Si el muro se hace la historia  registrará el hecho como uno de los más bárbaros de la historia reciente, nunca un muro tuvo un despropósito tan despreciable como el que inspira a Trump, ni siquiera la construcción de la gran muralla China, la cual sirvió para la defensa de la soberanía ante los ataques guerreros de otras naciones.


lunes, 23 de enero de 2017

DERECHOS HUMANOS VIII (LA MARCHA DE LAS MUJERES)
La marcha de las mujeres resultó un éxito. Este éxito no solo debe acreditarse a las mujeres de norteamérica que tienen  sobradas razones para protestar por las políticas misóginas de su nuevo presidente. La marcha no cubrió únicamente el suelo americano sino que se trasladó a muchas ciudades del planeta, incluida la ciudad de México. La marcha representa una toma de conciencia de género y la defensa de los derechos que le corresponden. Esa es la manera en que hay que analizarla y es, a mi entender, la más importante. El saber que se tienen derechos, el saber que esos derechos no se respetan, el constatar día a día que en este mundo globalizado hay marcadas diferencias, forma lo que se denomina como conciencia.
Pudiera ser que el asunto de la toma de conciencia es banal. No lo es. Cuantas veces platicamos respecto a un determinado problema que nos afecta y dejamos la solución en otras manos o esperamos que se resuelva por sí mismo. En nuestro sistema político mexicano eso es muy común, estamos acostumbrados o mejor dicho, nos acostumbraron a que otro u otros resolverían nuestros problemas, así se conformó el liderazgo en este país, el líder resuelve todo desde el poder, el voto es un instrumento para hacer que nuestro líder nos resuelva el cúmulo de broncas que como ciudadanos tenemos. Por otro lado, desde la colonia nos acostumbraron también a través de la imposición religiosa a dejar los problemas en manos de Dios "Él resolverá lo que sea mejor para nosotros". Y así pasaron los siglos y mucha de nuestra gente sigue creyendo en el misticismo religioso como método para resolver la conflictiva social y la vida personal. Así en el entorno de la vida pública y la religiosa se nos ha condicionado a no pensar por nosotros y dejar que los otros tomen las decisiones que a nosotros nos corresponde. Así es imposible formar una ciudadanía consciente y responsable, así es precisamente como se manipula para que sigamos siendo súbditos de un sistema corrupto y manipulador y de una religión que nos impide crecer como entes dotados de razón.
La toma de conciencia, en este caso, de las mujeres que protestaron en todo el mundo, es una llamada de atención a las políticas populistas, centralistas y manipuladoras. Y lo es porque el mensaje es claro: tenemos conciencia de quienes somos y lo que merecemos, sabemos de nuestro papel social y queremos llevarlo a cabo tal y como las leyes que hemos creado nos lo ofrecen. La toma de conciencia no solo es una acto reflejo de protesta, si así fuera no sería acto consciente; es producto del conocimiento previo de la situación social de género en el marco de potestades jurídicas y políticas que establecen la igualdad y la libertad en un mundo que avanza sin parar a la justicia social pese a los impedimentos que desde el poder se tramen e implementen. Es una lucha que no tiene otro resultado mas que la victoria.
Ojalá que así se actúe en todas las situaciones, solo así los derechos humanos podrán ser algún día una realidad visible y posible. La igualdad de género como derecho humano no solo de las mujeres sino de todos no es una concesión graciosa del poder de una persona o de un sistema político, es a todas luces, el resultado de la lucha pertinaz de las personas, que en este caso no necesariamente a través de la llegada al poder de D. Trump sino de una serie de hechos y actos que devienen de cientos de años atrás. Recuerdo haber leído en alguna ocasión que en la Grecia antigua, hace más de dos mil años, Hiparquia (discípula de Crates) tocaba las puertas de los hogares para incitar a la igualdad de género. Como ven la lucha y toma de conciencia de género no es nueva, pero los resultados ahora son más tangibles que en el pretérito.
El siglo XXI con toda su sorprendente tecnología no será el siglo de la luz, sino primero, los humanos resolvemos los problemas y diferencias que como tales arrastramos desde hace miles de años; el de la igualdad en todas sus formas se constituye como el dolor de cabeza primordial que debemos resolver. La igualdad de género como subespecie de la igualdad general, estoy cierto que tendrá avances significativos si seguimos el ejemplo que nos imponen un cúmulo de mujeres valientes que a pesar del poder político de algunos saben protestar con la razón. La victoria esta cada vez más cerca.


miércoles, 18 de enero de 2017

DERECHOS HUMANOS (VII)

Vamos hacer un descanso respecto a la temática que se ha seguido en lo referente al tema de los derechos humanos. Y no es que nos separemos de el, la diferencia estriba en que por ahora no se hablará de la CNDH ni del sistema Ombudsman mexicano. Lo que hoy trataré aunque sea con brevedad tiene que ver con la llegada este proximo viernes de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, el tema no está desligado de los derechos humanos como se podrá inferir ya que este personaje se ha encargado de hacerle la vida pesada a todos los humanos que no piensan como él.
¿Cómo es que llegó a tan alto cargo una persona como Trump, un empresario existoso en lo económico pero que deja mucho que desear en los diferentes aspectos de su vida social y política? Me dirán que así es la democracia, que el pueblo americano decidio por él en las urnas, que sus adversarios políticos no hicieron lo necesario para detenerlo, que el pueblo estaba harto de la política de los demócratas, que ahora votó una masa de personas que antes no lo hacía y que se identifica con los trabajadores blancos, etcétera. Las razones son variadas pero ahora son motivo de otro tipo de análisis y no de un presente que aparece agobiante para el mundo en especial para los mexicanos.
El viernes 20 de enero, dentro de 48 horas tomará posesión de ese digno cargo y ya el mundo está espantado.Para México las consecuencias ya se han dejado sentir, lo que parecía solo un discurso para ganar voluntades parece una realidad innegable: la construcción de un muro fronterizo que según este personaje pagará el gobierno de México. Este muro detendrá a los inmigrantes ilegales que entran por miles cada año y que, según su óptica, provocan la pérdida de empleos para los norteamericanos. Esta visión dice que es en defensa de sus compatriotas trabajadores, no lo es. No tiene este señor la menor idea este señor de lo que sucedería si los mexicanos y demás inmigrantes dejaran de trabajar en su país, solo un efecto por citar: l pagarle a trabajadores norteamericanos el empresario tendría que pagar salarios mucho más altos, encareciendo los productos o los servicios de que se trate en perjuicio de los consumidores que dice defender. Hasta el día de hoy no sabemos de alguna idea de su equipo de gobierno al respecto. 
Su odio hacia México es especial. Dice que impondrá impuestos a las compañías norteamericanas que inviertan en México y no en Estados Unidos. Ya ha amenazado a empresas como la Ford, Toyota y otras para que sus proyectos de inversión y/o expansión se detengan y los inviertan en Estados Unidos. Solo ha sido una amenaza que bastó para que la Ford abandonara un proyecto millonario en San Luis Potosí. Indica que impondrá un impuesto del 34% a los productos que crucen la frontera hacia su país a efecto de proteger a sus productores connacionales. El objetivo es muy claro, proteger su economía. Lo que no ha dicho es cómo va a convencer al Congreso para la toma de tales medidas, aunque sabemos que gobernará con la Cámara de representantes de su lado, son del mismo partido.
Desea renegociar el Tratado de Libre Comercio (TLC), y en caso de que no se satisfagan sus requerimientos, abandonarlo. Alguien avezado debe informarle que el TLC no ha traído beneficios únicamente a la economía mexicana y a la canadiense, sino también a la norteamericana. Que hay compromisos fuertes por saldar en el Tratado y que la vecindad de una frontera de 3 mil kilómetros se ha podido apaciguar en lo comercial graciasa este instrumento económico. Además su salida ad libitum provocaría que tanto Canadá como México instrumenten medidas para el pago de daños y perjuicios. No tiene idea de  cuantos norteamericanos perderían por la salido del TLC. 
La postura Trompiana o Trompina (como usted guste denominarla), es patológica, esquizofrénica, misógina, papaz, abusiva, petulante, digna de un estudio no psicométrico sino antropométrico. A la luz de los hechos se nota que tiene problemas de personalidad además su imagen es absurda, entendiendo este concepto como fuera de todo reflejo que coincide con la estética aceptada por la universalidad. Su odio a los latinos -a los puertorriqueños les ha dicho que son "los peores mexicanos"-, raya en lo enfermo y desviado, tal parece que nosotros el hemos declarado la guerra y él se defiende. La verdad es que cuando se la declaremos los bolsillos de sus empresas sentirán el efecto así como de aquellos que dependen en buena medida de los recursos de los mexicanos - ya los gobernadores de la frontera gringa se han manifestado a favor de una frontera libre-.
Así como él odia a medio mundo, el mundo entero ya parece odiarlo. En su mismo país se ha publicado una encuesta que no deja de sorprender: más del 60% de los encuestados no está de acuerdo con la política proteccionista y amenazante de su futuro presidente.
México al ser el número uno en la lista de Trump debe plantearse un plan emergente para contrarrestar en lo que se pueda las políticas que en breve este sujeto instrumentará en nuestra contra. Pero a Peña no parece interesarle o precuparle el vendaval que se nos viene, cree que al designar a Videgaray como canciller este se encargará de llevar a cabo la política con los gringos. Esta visión y la falta de un plan emergente denota ignorancia, desparpajo y en consecuencia irresponsabilidad para afrontar un problema de sí complicado que tiene que ver con la defensa de la soberanía nacional. Pero, tal parece que la soberanía nacional como concepto no está en el diccionario del poder de Peña y sus esbirros. Ya veremos muy pronto las consecuencias.